Capítulo 114 - Lo que la luna se llevó

Para cuando regresamos a la finca, el aire nocturno se sentía más pesado —demasiado quieto, demasiado silencioso, como si incluso el bosque contuviera la respiración.

Toren no perdió un segundo. En el momento en que la puerta se cerró de golpe detrás de nosotros, su comando de Alfa resonó por el pa...

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