Capítulo 125: Nunca una noche

Envolví mi pierna más fuerte alrededor de él, clavando mis uñas en sus hombros mientras me aferraba, gimiendo en su boca con cada embestida. El dolor de cabeza por la tensión se desvaneció, reemplazado por la presión creciente en mi centro, mi coño apretándose con avidez alrededor de él. Ahora él ag...

Inicia sesión y continúa leyendo