Capítulo 41 — Juicio y elección

La cámara parecía como si hubiera sido tallada en silencio y fuego. Los ojos de cada Alfa se movían como el peso de lunas, y apenas podía respirar bajo esa presión. La Anciana Thora se erguía alta, su mirada plateada imponente, su voz firme.

—Cada uno de ustedes hablará —dijo—. En voz alta, con el ...

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