Capítulo 44 — Los instintos del vínculo

El mundo era más nítido, más claro, más brillante de lo que jamás había conocido. Cada sentido gritaba vivo, y apenas podía seguir el ritmo de todo. El viento llevaba las canciones de los pájaros sobre mi cabeza, el almizcle de la tierra húmeda, el rastro tenue de ciervos a lo lejos en los árboles. ...

Inicia sesión y continúa leyendo