Capítulo 50 — Desentrañado

Estaba atrapada debajo de él, mi espalda hundiéndose en el colchón, el calor de su cuerpo presionando hasta que no quedó espacio para la duda, ni para el miedo. Solo él.

—Toren…— Su nombre era una oración rota en mis labios, mitad súplica, mitad adoración.

Algo se rompió dentro de él con esas pala...

Inicia sesión y continúa leyendo