Capítulo 51 — La llamada

Lo primero que sentí fue calor. Las sábanas enredadas a mi alrededor aún conservaban el aroma de Toren—pino y humo y algo que era únicamente suyo. Me estiré perezosamente, adolorida pero felizmente, cada centímetro de mí vibrando con el recuerdo.

Entonces, un gruñido bajo y feroz rompió la calma.

...

Inicia sesión y continúa leyendo