Capítulo 68: El acantilado

—Quiero... no estar destrozada—. Mi voz se estabilizó. —Quiero lo que nos hace más fuertes. Quiero una manada que no se rompa por mi culpa.

Tyson asintió una vez, como si hubiera pasado una prueba que no había anunciado. La expresión de Talon se suavizó. La palma de Toren encontró mi rodilla, anclá...

Inicia sesión y continúa leyendo