Capítulo 16 Un ligero rubor

Pasé el resto de la noche organizando los documentos de Lucas, mi corazón se elevó cuando compartí la noticia del jardín de infancia con él. La cara de mi dulce niño se iluminó, sus mejillas se sonrojaron de emoción mientras se movía en su lugar.

—¡Mira esas mejillas de manzana!— No pude resistir l...

Inicia sesión y continúa leyendo