Capítulo 23 El primer día

Aflojé mi corbata mientras el ascensor subía. Otro día de catorce horas, otra batalla corporativa ganada. El aroma de la cena me recibió al abrir la puerta.

—¡Bienvenido a casa, señor Carter!— La voz de Amelia flotó desde la cocina, alcanzando esa nota perfecta entre calidez y respeto. Cada noche, ...

Inicia sesión y continúa leyendo