Capítulo veintidós

Todas las señales de alarma posibles se disparan. Siento como si el suelo se hubiera desvanecido bajo mis pies, mi visión se enfoca en los tres hombres que acaban de entrar en la habitación y mi respiración se vuelve errática y dificultosa. Siento como si el aire en la habitación hubiera sido comple...

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