El compañero desconocido de Adolph

NUEVA YORK

ADOLPH

—...Pero eres mi pareja. Si haces esto, no creo que pueda vivir conmigo misma, Adolph...

Él la miró, una mujer de cabello oscuro con lágrimas corriendo por su rostro, pero sorprendentemente no sintió nada.

Estaban en un campo grande, sin nadie alrededor, y Adolph no podía recor...

Inicia sesión y continúa leyendo