RESILIENCIA FRÁGIL

El aire viciado se aferraba a mi piel, cargado con el olor a descomposición y desesperación. Se sentía sofocante, cada respiración una lucha contra el peso opresivo de nuestro confinamiento. La humedad parecía filtrarse en mis huesos, enfriándome hasta el núcleo. Mis manos se movían con precisión pr...

Inicia sesión y continúa leyendo