Pícaros sueltos

Rogues sueltos

—Gracias de nuevo, no tenías que hacerlo, pero lo hiciste, así que gracias— al menos no era tan desalmada, tenía que apreciar lo que hice.

—No tienes que agradecerme, Keegan, solo ten más cuidado la próxima vez— dije con voz firme, ella asintió en respuesta y fue a tomar un taxi. Ni...

Inicia sesión y continúa leyendo