Nunca estás demasiado ocupado para ti

Eran las seis de la mañana y el sol aún no había salido. Keegan se despertó y se dio cuenta de que debía haberse quedado dormida junto a su padre la noche anterior. Él aún no estaba despierto, como de costumbre. Lo miró por un momento y luego se dio cuenta de que no tenía fuerzas para vivir sin él; ...

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