Capítulo ciento sesenta y tres

Si los días se marcaran en el inframundo, se diría que ese día se arrastró con una sensación lúgubre. La atmósfera estaba más fría que nunca, esparciendo una sensación inminente de fatalidad y muerte sobre sus habitantes. La muerte siempre había acechado a los habitantes del inframundo porque, técni...

Inicia sesión y continúa leyendo