Capítulo ciento setenta y ocho

Varios minutos después, un golpe interrumpió el intercambio de emociones entre las hermanas. Irvette permitió la entrada de la persona y la criada informó a Irvette que el Anciano Thaddeus estaba esperando para verla. Irvette agradeció a la criada y se volvió hacia su hermana para decirle:

—Cuídate...

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