Capítulo diecinueve

—Deberíamos darle una lección—, una de ellas sonrió maliciosamente.

—Síguenos—, dijo otra, pero crucé los brazos y los desafié con la mirada a que me hicieran moverme.

—¿Estás sorda?—, una de ellas se acercó más y levantó la mano para golpearme, pero una voz fuerte las detuvo.

—¿QUÉ CREES QUE EST...

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