Capítulo doscientos diecinueve

—¿Tía Irene? —El corazón de Harlin latía rápidamente en anticipación de lo que ella estaba a punto de decir. Le habían contado historias de su madre, quien montaba las olas del mar mortal sin miedo, pero nunca le habían dicho si estaba viva o muerta. Cada vez que le preguntaba a su tía, cambiaban co...

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