Capítulo doscientos treinta y ocho

—¿Qué haces aquí? —inquirió Kristoff. Su voz era dura, pero Charlotte no era su sirvienta ni estaba por debajo de él, así que de ninguna manera la intimidaba.

—¿Te gustaría batirte en duelo por la respuesta? —respondió Charlotte con un tono igualmente duro. Nathan comenzó a cambiar de opinión. Quiz...

Inicia sesión y continúa leyendo