Capítulo doscientos cuarenta y uno

—¿Divorcio? ¿De qué demonios estás hablando? —replicó el Mayor Drieden, sorprendido de que Francesca tuviera el valor de hacer tal petición.

—Quieres casarte con una nueva esposa y ya tienes una amante, la mujer lobo exiliada. Está claro que nuestro matrimonio ha terminado...

—Nuestro matrimonio t...

Inicia sesión y continúa leyendo