Capítulo doscientos ochenta y siete

Encontraron el pasillo que Rosaline les había descrito. Estaba muy oscuro, así que Reginald encendió una antorcha para iluminar el camino para los demás.

—Los malditos bastardos están por todas partes —comentó Charlotte cuando vieron a los zombis alineados en el pasillo. Ya lo esperaban; sabían que...

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