Capítulo doscientos noventa y seis

Estaban tan absortos en su plan rebelde que habían olvidado que su amigo aún no estaba listo para el mundo. Echaban la cabeza hacia atrás riendo mientras se burlaban de sí mismos y de su plan.

—Heyy, ¿por qué no dijiste algo? —preguntó Charlotte, todavía riendo.

—No se me ocurrió que no podía hace...

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