Capítulo trescientos cinco

La velada era solo por invitación. Charlotte había molestado a su padre en cuanto llegó a su palacio para exigirle por qué no había sido invitada a la velada.

—¡Oh! ¡Querida! ¡Debe haber sido un error! Tu invitación debe estar perdida en algún lugar— pero Dagen no había pensado en Charlotte en abso...

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