Capítulo trescientos ocho

¿De verdad vas a su habitación para hacer qué? ¿Para protestar que ya no eres su Luna o es solo una excusa para acostarte con él? Después de todo, ha pasado tanto tiempo que...

—¡Cállate! ¡Cállate, Raven!— gritó Regina nuevamente, olvidando que la criada ahora la miraba como si hubiera perdido la r...

Inicia sesión y continúa leyendo