Capítulo trescientos veintiuno

—¿Te rechazó de plano, verdad? Al menos lo intentaste...

—Irvette le dijo a Regina con entusiasmo—. Dijo que sí. Lo hará. Habrá una lluvia purificadora y luego no habrá zombis. No podía creer su suerte. Seguía pensando que Caephas era un idiota, pero era un idiota guapo y de buen corazón.

—¿Qué hi...

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