Capítulo treinta y cinco

—¿Un mapa? ¿Mi señora? ¿Para qué lo necesita? —preguntó, sorprendida por mi solicitud.

—Quiero conocer el terreno. Parece que estaré aquí por un tiempo, así que solo para familiarizarme con el lugar —respondí.

—No estará pensando en escapar, ¿verdad, mi señora? —preguntó, observando mi rostro para...

Inicia sesión y continúa leyendo