Capítulo treinta y seis

—Me sentía sofocada— fue mi respuesta.

—¿Te sentías sofocada?— Su tono era sarcástico.

—Sí, Alfa— dije con una reverencia, pero no parecía creerme. Caminó hacia la ventana y miró hacia afuera. Recé en mi mente para que Tyler ya se hubiera ido.

Cerró la ventana y se volvió para mirarme.

—No parec...

Inicia sesión y continúa leyendo