Capítulo cuarenta y tres

Regina me sorprendió, sin embargo. Tenía la elegancia de alguien que había nacido real.

—¿Te gusta ahora? —dijo Kane en mi cabeza.

—Cállate —fue mi respuesta.

Entonces se me ocurrió que todo este tiempo había asumido la ascendencia de Regina, no había preguntado de dónde era. Pero supuse que si f...

Inicia sesión y continúa leyendo