Capítulo cincuenta y ocho

Me gustaba bastante estar aquí, pero debo decir que encontré un par de cosas perturbadoras. Estaba, por supuesto, el hecho de que mi abuela, aunque muy viva, no podía ser vista ni escuchada y la mayoría de las veces ni siquiera mencionada. Estaba el hecho de que mis primos no tenían madres. Les habí...

Inicia sesión y continúa leyendo