Capítulo sesenta y seis

Mi cabeza daba vueltas mientras la realización se hundía más profundamente. Se habían ido sin dejar rastro. Incluso los guardias estaban confundidos sobre cómo podían haberse ido y dónde estaba Sandra.

De repente, no podía respirar y sentía como si estuviera viendo todo a través de un pequeño aguje...

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