Capítulo noventa y tres

—Tal vez solo fue una broma—sugirió Rachel, intentando inyectar algo de normalidad en la situación con su voz.

—Sí, probablemente—coincidió la tía Halle, aunque había una nota de incertidumbre en su voz que no podía ocultar del todo.

Al cerrar la puerta, no pude sacudirme la sensación de que algo ...

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