Capítulo 20 ¿Por qué necesitaba la llave de su habitación?

Tristán aplastó su cigarrillo en el cenicero, pero el olor seguía en el aire. Se levantó, se acercó a la ventana y abrió las cortinas de un tirón. Su figura alta y delgada y su perfil perfecto eran difíciles de ignorar. Volviéndose hacia ella, dijo:

—¿No te dije que prepararas el desayuno solo para...

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