CAPÍTULO 19

La puerta se cerró detrás de él, pero sentía como si Darius nunca se hubiera ido realmente.

Su presencia persistía—en mi piel, en el vapor que se enroscaba alrededor de mi cuerpo tembloroso, en el aire mismo, pesado y cargado como el cielo antes de una tormenta.

Me hundí más en el agua, abrazando ...

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