CAPÍTULO 28

SELENE

Después de que él se va, me dejo caer sobre las almohadas, una sonrisa astuta asomando en mi rostro. Imito su voz profunda y posesiva con todo el drama que puedo reunir.

—Eres mi compañera—una compañera que nunca pedí, pero aquí estás. Y nada, ni siquiera tú, puede mantenerme alejado de...

Inicia sesión y continúa leyendo