CAPÍTULO 46

DARIUS

—Si ha vuelto... entonces lo volveré a poner... en la tierra de la que salió arrastrándose. Las palabras golpean como martillos, afiladas, finales—una promesa grabada en sangre. Cada músculo de mi mandíbula se tensa, moviéndose con la tormenta que se enrosca en mi pecho. La rabia arde en...

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