Capítulo 35 Capítulo 35

Los días siguientes fueron un borrón de ansiedad y refugio para Eira.

El lunes, en lugar de ir a la oficina, llamó a su supervisor, el Sr. Benavides.

- Señor, lo lamento mucho, pero no me siento bien. - dijo Eira.

Su voz sonaba forzada. Pues aún se sentía rota por dentro.

- Tuve un ataque de e...

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