Capítulo 98 Capítulo 97

El sol en Isla Dorada no calentaba; mordía.

Eira se pasó el dorso de la mano por la frente para secarse el sudor.

Llevaba una camisa blanca de lino arremangada hasta los codos y unos pantalones cortos beige que dejaban ver unas piernas bronceadas y marcadas por picaduras de mosquitos.

Su cabello, an...

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