Despidiéndose de ella

Jack escuchó esas palabras y algo dentro de él cambió indiscutiblemente.

No podía creer que ella se había muerto, estaba completamente convencido de que lo que le dijeron no era más que una mala broma.

Comenzó a reír, una risa inexplicablemente incrédula. Una risa que se fue transformando en una s...

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