23

Capítulo 23

Abrí los ojos y lo vi ahí, jalandome hacia su automóvil, yo con las piernas temblorosas como gelatina corrí sin saber a dónde y me subí a su auto, Antes de poder decir una palabra, me tomó del mentón y me besó. Su boca se apoderó de la mía sin pedir permiso, con esa desesperación que ta...

Inicia sesión y continúa leyendo