37

Capitulo 37

El miedo me invadió mientras mi cuerpo sentía un fuerte dolor, el golpe fue seco.

Ella se quedó mirándome fijamente, con una sonrisa maliciosa casi burlona, Cuando abrí los ojos, lo primero que pensé fue en mi bebé. No. No podía perderlo. No a mi rayito de sol.

—¡Ayuda! —grité con una...

Inicia sesión y continúa leyendo