#Chapter 35: Dios de la luna

Por primera vez en mucho tiempo, me desperté por la mañana con tranquilidad. Sin despertarme gritando en medio de la noche. Me sentí tan aliviada, no solo por mí, sino también por mi hijo no nacido.

No necesitaba más estrés no deseado. Comencé a sentarme en la cama en la que dormí anoche. Me tomó u...

Inicia sesión y continúa leyendo