Capítulo 42

Alexander miró a Sienna, sus ojos llenos de resignación. Había visto de primera mano el poder de ese niño, pero la indulgencia de Sienna hacia el niño era algo con lo que Alexander no podía estar de acuerdo. —¡Sienna, lo estás malcriando demasiado!

Sienna se encogió de hombros. —Es mi hijo. ¿Qué ti...

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