Capítulo 64 Limpiando la casa

Alexander frunció el ceño profundamente. El dolor físico se había vuelto irrelevante—su mente estaba completamente consumida por la certeza en la voz de Sienna aquel día.

—Abuelo, creo que realmente la he arruinado esta vez.

—¡Por supuesto que lo hiciste, tonto! Sienna era una chica maravillosa, ¿...

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