Capítulo 56

¡Hijo de puta! ¿Qué demonios está pasando?

¡Dios mío! ¡Estoy atrapada!

¡Por favor! ¡Alguien! ¡Cualquiera! ¡Ayúdame!

Atrapada. Esa era la mejor manera de describir la sensación que me estaban infligiendo. Estaba atrapada. Encerrada dentro de mi propia mente sin ningún medio de control.

Ni siquier...

Inicia sesión y continúa leyendo