Capítulo 15

A la mañana siguiente, Mia bajó las escaleras, su cabello rizado rebotando detrás de su espalda con cada paso que daba. Se dirigió hacia la mesa del comedor, pero no había nadie sentado allí.

—Buenos días, Luna —saludó Mera con una sonrisa, y colocó el desayuno de Mia frente a ella mientras se sent...

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