Capítulo 10

—Ahora dime que estoy equivocado —dijo sarcásticamente.

Inmediatamente abrí los ojos y me sentí muy avergonzada por lo que dijo. No podía moverme de donde estaba y mis rodillas temblaban de vergüenza.

—¡Mira lo fácil que eres de conseguir! —se burló.

No sé cómo responderle. Sé que fui demasiado d...

Inicia sesión y continúa leyendo