Capítulo 10

—¿Quién sería ella? ¿Es de nuestro pueblo o de otro?

Al día siguiente, me desperté a la hora de costumbre, como un viejo hábito. Abrí los ojos sin esfuerzo. Desde el día en que comencé a trabajar en el templo, mi corazón se había aliviado, ya que no tenía que preocuparme por todas las cosas que so...

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