Capítulo 14

—¿Por qué me robas mis bayas, niña?

—Incluso te comiste la baya sin mi permiso —dijo, mirándome directamente a los ojos grises, haciendo que mi cuerpo temblara como si hubiera pecado al comerlas.

¿Cómo podían pertenecerle esas bayas? Según lo que sabía, el bosque de Nemoria no pertenecía a nadie....

Inicia sesión y continúa leyendo