Capítulo 31

—¿Papá?— Miré a Erick, visiblemente atónita. —P-Pero... ¿cómo?

—Los humanos no están permitidos en el Constantium a menos que seas la novia—. Tocó mi nariz con su dedo índice. —Pero nadie dijo que no puede venir al castillo.

Me di la vuelta y le rodeé el cuello con mis brazos. —¡Gracias!— exclamé. ¡...

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