Capítulo 36

Erick

—¡¿Por qué no me advertiste antes, maldita sea?! ¡¿Por qué no me lo dijiste?!— La mesa frente a mí se partió por la mitad, y su contenido cayó al suelo. El vidrio se hizo añicos en un millón de piezas multicolores.

—Eso es porque tienes esta ira exasperante con todo lo que tiene que ver con ...

Inicia sesión y continúa leyendo